Hoy te confieso que te dejo seguir por tu camino...





Por si la suerte hace que un día,
una tarde o noche cualquiera
nuestros caminos se crucen nuevamente...

Hoy debo confesarte que jamás
mi corazón dejo de amarte,
que han sido incontables
las noches y las lunas que despiertas
entre versos cruzaron mis pupilas
ocres de extrañarte.

Que lo que surgió de una mirada
aquella tarde entre la gente,
ha sido llama inapagable
de un sentimiento que suicida,
teme de mi corazón fugarse...

Y no hay rostro en mi memoria
o risa en mis silencios
que dilate en poesía,
una tarde plena bajo la lluvia
inerte...

No puedo negar que tu voz
aun viaja de segundo en segundo
en los confines del alma,
dibujando estelas sobre mi piel dormida
tatuajes voraces sobre mis sueños
que húmedos florecen
sobre la cúpula del tiempo.

Tu tacto suele aún jugarme las bromas
de tu nombre en otros tactos,
de tu aroma entre otros brazos
y retorno a ti con el contacto
de un recuerdo que de amor
en mi pupila quede intacto.

Hoy confieso libremente
que no hay ya mas temores,
que puedo gritar hacia los vientos
lo mucho que te amo,
que nada me ata o me detiene,
y hoy te dejo libre,
para que ames amor
lo que ahora tienes...

No es un adiós furtivo,
solo una mirada que atrás queda,
un latido que se para
al caer de la tarde, la última
lágrima que es tu esencia aún cautiva
en lo profundo de mi alma.

Comentarios

Entradas populares